La ingeniería de diseño en la Smart Factory

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La digitalización y robotización humanoide totales que se acercan a las plantas de fabricación van a proporcionar una ventaja a las empresas con profundidad de planteamientos (a las demás sólo les aportarán problemas serios de competitividad).

Llamo profundidad a tener una visión holística de las puertas que se abren para una creación de valor añadido en productos y procesos de producción. Una creación distribuida entre las personas, y generalizada en prácticamente todas las fases de diseño y fabricación.

El gran nivel de inteligencia y técnico que forzosamente deben tener las personas que trabajen en las industrias avanzadas, va a permitir crear una concurrencia extensiva y de “nervio” entre acciones tanto estratégicas como tácticas y su coordinación.

Si algo de verdad trascendente van a facilitar las TICs sofisticadas y los Modelos Matemáticos asociados, será justo esa posibilidad de ser sinérgicos en tiempo real, y a la vez consistentes con planteamientos estratégicos de mayor nivel.

En la ingeniería de diseño, la que primordialmente (que no únicamente) crea los productos, se hace forzoso normalizar y hacer natural un flujo de valor técnico distribuido entre su gente, de manera que se aproveche, articulándola, la creatividad de muchos.

Normalmente, siempre hay una tarea preliminar de diseño conceptual que está cerca de los planteamientos competitivos y diferenciadores en funcionalidad, fiabilidad y atractivo, y que es casi estanca, por ser la que requiere mayor nivel tecnológico y experiencia. Las interacciones en este punto son pocas, porque se considera que son también pocas las personas capaces de aportar ideas útiles. La concurrencia, en el caso de existir, empieza a darse en los períodos del diseño de detalle, cálculos, simulaciones de ordenador, tests e integración de viabilidad con proveedores. Frecuentemente no hay otro remedio que trabajar en red en esta parte porque de lo contrario, habrá siempre algún serio problema asegurado.

Pero esta forma de trabajar no es sostenible en las industrias 4.0 que lo sean de verdad (las profundas, y no las de las “TICs por las TICs”).

Esa necesaria inteligencia de las personas, y el auxilio interactivo de modelos matemáticos y algoritmos de sensata concepción que lo cruzan todo, obliga a dar cabida a una creatividad distribuida en red desde el principio. No únicamente porque tengo que aprovechar una ventaja que otros competidores también van a tener, sino porque lo contrario sólo generará frustración en personas preparadas que anhelan participar en crear algo relevante.

Sería equívoco pensar que sólo me estoy refiriendo con esto a las ingenierías que habitual y desafortunadamente se consideran de menor rango que la de diseño; las de Producción y Mantenimiento. Ni de lejos. Incluyo, también a (no sé cómo llamarles desde ahora…) operadores de procesos de fabricación. ¿Por qué?  Porque su misión va a cambiar radicalmente; ya no se va a tratar de manipular materiales ni ajustar procesos, sino de prever potenciales problemas, y de pensar con una mente tecnológica cómo evitarlos. Por lo tanto, la participación más amplia en el diseño conceptual, el “templo de la ingeniería”, parece obligada.

Ahora bien, la articulación de los cauces, que son una maraña dinámica y en “network”, es obligada, so pena de crear un caos de consecuencias muy serias. Vamos a ser muchos menos, más inteligentes, más motivados, más tecnólogos, más proactivos y más ansiosos de contribuir de forma destacada al valor tecnológico que cada uno aporte a la organización. Pero esa misma dinámica, muy incisiva en ideas, requiere una coordinación ágil en tiempo real, y para ello la concepción de un sutil sistema cuidadosamente interactivo y resonante, algo nada fácil por mucho auxilio que las TICs puedan llegar a prestarnos. Aquí, precisamente, en la creación de este tipo de sistemas, está la capacidad real de diferenciarnos y ser los líderes de las industrias 4.0.

La fábrica del futuro, inteligente, nos mete en una pelota compacta en la que no caben medianías; o bota y avanza o se para y se desinfla.

Javier Borda

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