Entrevista a Alfonso Ganzabal: Presidente de STECH, Asociación Española de tecnologías inteligentes para la fabricación avanzada.
En la industria de la fabricación avanzada, estamos atravesando una etapa de profundos cambios. Si bien la gran mayoría de las empresas del sector comenzábamos el año con optimismo, no podemos obviar los retos estructurales a los que nos enfrentamos, ni las decisiones políticas que están agitando los mercados. Aun así, también vemos señales positivas, como el efecto tractor que actualmente están ejerciendo sectores como el aeroespacial y el de defensa, o el impulso que han supuesto los fondos europeos NEXT GENERATION para acometer proyectos de digitalización y automatización en nuestro tejido empresarial. Sin embargo, nos preocupa que muchos proyectos siguen siendo a muy corto plazo, de bajo riesgo y quizás sin la suficiente visión estratégica que los proyecte a medio o largo plazo.
Mientras tanto, al otro lado del mundo, en Pekin, se celebró hace unas semanas la primera media maratón en la que compitieron no solo atletas humanos, sino también robots humanoides. Uno de estos androides logró completar los 21 kilómetros, marcando un hito simbólico y técnico. En países como China, Japón o Corea del Sur, la robotización es una apuesta estratégica de Estado en la que llevan invirtiendo décadas. Y no es casualidad que también sean algunos de los países con mayor crecimiento y tasas de desempleo más bajas.
Por ello, una de las líneas de trabajo de STECH es impulsar la introducción de robots y aplicaciones de automatización en las plantas industriales, especialmente las pymes que han tenido un acceso más limitado a estas tecnologías. Su uso en el ámbito de la fabricación, permite automatizar tareas repetitivas, peligrosas o de bajo valor añadido, pero también flexibilizar de manera dramática muchos procesos. Posibilita además realizar trabajos precisos, rápidos y trazables de control de calidad con robots y dispositivos que implementan las últimas tecnologías de visión e IA, liberando a los profesionales humanos para asumir roles donde puedan desarrollarse y aportar más valor.
Esta es la razón por la que este año hemos diseñado y organizamos junto con el BEC la primera edición de weAR, una nueva feria especializada en automatización y robótica que celebraremos del 3 al 5 de junio de 2025 en el Bilbao Exhibition Centre. Enmarcada dentro del evento industrial +INDUSTRY, esta cita está dirigida a profesionales de diversos sectores interesados en las tecnologías de automatización más avanzadas para la industria. La feria que está llamada, sin duda a ser el referente en España en la materia, también acoge el certamen BeDigital, donde se expondrán los últimos avances en digitalización, el otro de los grandes pilares que promovemos desde la Asociación.
En esta línea, el creciente interés de las industrias por adoptar tecnologías de digitalización es notable. La ciberseguridad está en boca de todos, el resguardo seguro de los equipos productivos y los datos que generan, procesan e intercambian ha dejado de ser un asunto opcional, para convertirse en un requisito como establece la nueva directiva NIS2. Esto no debe amedrentar a las empresas, sino todo lo contrario, lo tenemos que ver como una gran oportunidad para garantizar nuestra competitividad, protegiendo nuestro conocimiento, infraestructuras y servicios críticos.
Otra tecnología que está en todas las agendas estratégicas es la Inteligencia Artificial. En STECH lo tenemos claro: la IA debe ser una herramienta de trabajo que incremente nuestras capacidades y mejore la eficiencia en los procesos productivos. Sin embargo, muchas empresas todavía no han incorporado presupuestos, ni equipos humanos específicos para IA. Debemos promover con urgencia un cambio de mentalidad, no se trata de una inversión opcional, y por ello hago un llamamiento desde este altavoz: la digitalización industrial no puede avanzar a base de “parches”. Necesitamos una apuesta decidida, estructural, y asociada a la estrategia de la empresa.
Ahora bien, para que esta transformación sea real y efectiva, debemos abordar de manera colectiva tres grandes retos. El primero: la falta de talento cualificado. La escasez de profesionales con formación específica en automatización, IA, robótica o ciberseguridad es uno de los principales frenos al crecimiento. Necesitamos redoblar los esfuerzos en atraer a profesionales y dotarles de formación técnica a todos los niveles, creando itinerarios de formación continua en colaboración público-privada. El segundo reto al que nos enfrentamos es la velocidad de implementación, vamos demasiado lentos. El miedo al cambio, el desconocimiento y la falta de ambición en los proyectos son escollos que debemos superar colaborando y construyendo una visión colectiva de la industria del futuro. Por último, la incertidumbre global, nadie puede prever con exactitud cómo evolucionarán los mercados a medida que avance el año. Pero lo que sí sabemos es que las empresas más digitalizadas y automatizadas serán también las más competitivas.
Creo firmemente que el futuro se construye a través de una transformación tecnológica bien dirigida, con visión, ambición y compromiso colectivo. Los procesos de decisión siguen siendo largos, y aunque hay un interés claro por tecnologías inteligentes, falta un cambio cultural que normalice su incorporación como parte de la estrategia de negocio industrial.
Desde STECH, seguiremos trabajando para acompañar y acelerar esta transformación. Porque no se trata solo de adoptar tecnología, sino de construir un nuevo modelo industrial más eficiente, seguro, sostenible, justo y humano.
Entrevista publicada en la edición especial de +Industry 2025 de Empresa XXI
