Sisteplant, premio al Impulso a la Digitalización y la Excelencia en Ingeniería Software, reivindica una innovación con impacto real: fábricas ágiles, datos trazables y una Ciberplanta que integra tecnología, gestión y personas
Sisteplant recibirá, durante la 34ª Gala de Premios Economía 3 del próximo lunes 10 de noviembre, el reconocimiento al Impulso a la Digitalización y la Excelencia en Ingeniería Software. Con 41 años de trayectoria, la compañía sostiene una inversión del 25 % de sus ingresos en I+D para anticiparse a las necesidades de sus clientes, elevar la competitividad industrial y consolidar una visión propia: llevar la fábrica a un estadio más ágil, resiliente y sostenible.

En esta entrevista, Ana Santiago, presidenta de Sisteplant, comparte las claves del nuevo ciclo.
Propósito y legado: revolucionar la forma de fabricar
– ¿Qué supone para Sisteplant este reconocimiento en la categoría de “Impulso a la Digitalización – Excelencia Ingeniería Software”? ¿En qué medida respalda la trayectoria de la compañía y su propósito de transformar la industria desde la tecnología y la gestión?
Este premio es un reconocimiento al propósito que nos ha guiado desde que se creó la compañía. Sisteplant se fundó hace 41 años, en plena reconversión industrial, un momento en el que no solo había que plantearse cómo sobrevivir, sino cómo revolucionar la forma de fabricar para garantizar la perdurabilidad de las empresas. El reto estaba claro: crear fábricas y procesos extremadamente ágiles y eficientes, cuestionando las limitaciones tecnológicas del momento.
A día de hoy mantenemos este espíritu. Invertimos de forma sostenida un 25% de nuestros ingresos en I+D, lo cual nos permite adelantarnos a las necesidades de nuestros clientes y ser pioneros en el desarrollo de ingeniería de software industrial y metodologías avanzadas de organización.
Recogemos con orgullo este reconocimiento que avala nuestros esfuerzos y nos impulsa a seguir marcando el rumbo de las fábricas del futuro.
Gobierno e innovación: el nuevo ciclo 2025
– En enero de 2025 Sisteplant renovó su cúpula y usted pasó a ocupar la presidencia tras ocho años como CEO. ¿Qué aprendizajes de esa etapa quiere preservar y qué prioridades de gobernanza e innovación se ha marcado para el nuevo ciclo?
De mi etapa como CEO me llevo un aprendizaje esencial: la apuesta por la innovación en una organización no es cuestionable y debe ser parte de nuestros procesos diarios. Igualmente, es necesario darle un enfoque práctico; solo tiene sentido si tiene impacto real en la sociedad y en la competitividad de las organizaciones, y si se basa en un trabajo cercano con nuestros clientes, el compromiso con la excelencia técnica y la agilidad para adaptarnos al contexto.
El nuevo ciclo que se inicia en 2025 gira en torno a tres ejes principales: una oferta de valor renovada que refuerza nuestras soluciones de ingeniería y software con un enfoque más predictivo e integrado.
También el desarrollo del modelo de Ciberplanta, bajo nuestras metodologías Tecnoiplant y Tecnoimant, que llevan la digitalización industrial a un nivel superior integrando tecnología, gestión y personas.
Por último, pero no menos importante, una apuesta firme por el desarrollo de nuevos mercados y la internacionalización.
Competitividad y sostenibilidad: medir para mejorar
– ¿Cómo ayuda su modelo a reducir consumos energéticos, mermas y huella de carbono sin sacrificar flexibilidad, y qué métricas recomiendan a los clientes para medir ese impacto de forma continuada?
Nuestro modelo integra software, procesos operativos y un profundo cambio cultural en las compañías, todo ello acompañado de la evolución técnica de los medios fabriles. La Suite Manufacturing Intelligence —compuesta por Prisma, Captor, Promind y Rbot— permite identificar ineficiencias en tiempo real, optimizar la planificación y el uso de recursos, y dominar el comportamiento de los procesos (consumos, mermas, robustez, fiabilidad…).
La clave está en implantar métricas continuas y comparables: OEE y sus desgloses, consumos energéticos por unidad de output, tasa de merma y reproceso, y KPIs de robustez de proceso. Con esa visibilidad, las decisiones dejan de ser reactivas para convertirse en palancas de mejora sostenida, con impacto directo en la competitividad y en la reducción de la huella ambiental.
Ciberplanta: resultados tangibles y escalabilidad
– Sisteplant acuña el concepto de «Ciberplanta» para ir más allá de etiquetas como 4.0 o 5.0. ¿Cómo se traduce esa visión en resultados tangibles para el cliente (productividad, calidad, OEE, plazos), y qué requisitos organizativos deben cumplirse para que funcione a escala?
La Ciberplanta es una fábrica viva, inteligente y resiliente, capaz de adaptarse de forma eficiente a los cambios del contexto y a los requisitos de personalización. Es un entorno en el que se potencia a las personas, aprovechando todo lo que la tecnología nos puede ofrecer. La naturaleza de cada sector define los retos de agilidad, flexibilidad, robustez y fiabilidad a alcanzar.
Los impactos se reflejan desde las primeras acciones, con mejoras en niveles productivos y de defectos, reducción de plazos y mayor capacidad de adaptación a demandas variables, con efectos claros en la cuenta de resultados.
En base a nuestra experiencia, hablamos de mejoras del 10–30 % en productividad, reducción de lead time y disminución de defectos. Para escalarlo, es imprescindible una hoja de ruta bien estructurada que coordine ejes de trabajo y evite intervenciones aisladas.
IA y fiabilidad: anticiparse con datos de calidad
– La IA generativa y los algoritmos de fiabilidad están entrando con fuerza en operaciones y mantenimiento. ¿Dónde ve el mayor retorno hoy y qué sesgos o riesgos conviene vigilar para no «digitalizar por digitalizar»?
Claramente los dos protagonistas son el mantenimiento predictivo y la robustez de procesos, con un enfoque de anticipación y gestión inteligente del ciclo de vida de los activos. Hoy se logran resultados impensables hace unos años.
Sin embargo, la adopción debe ser realista: la calidad de la información de partida y el entendimiento de las variables que impactan en los procesos son puntos críticos para el éxito. La IA está a nuestro servicio: es un medio, no un fin.
– Habéis anunciado planes de refuerzo en EE. UU. y colabora con agentes sectoriales en España. ¿Qué oportunidades ven fuera y dentro, y cómo encajan alianzas y foros industriales en su hoja de ruta?
Desde nuestros inicios hemos apostado por la colaboración cercana con agentes tecnológicos y sectoriales, así como con universidades y centros de formación de diversa índole. En la hoja de ruta de internacionalización —con especial foco en EE. UU.— estas estrategias cobran aún más peso.
Establecemos alianzas estratégicas para ofrecer productos estructurados a clientes, por ejemplo con aseguradoras que mitigan el riesgo de performance y maximizan las capacidades de financiación (factoring masivo internacional, inventory finance).
También impulsamos acuerdos de desarrollo de producto para soluciones ad hoc que optimicen el cash conversion cycle mediante esquemas de inventory finance, integrando a terceros cuando incrementan el valor para el cliente.
Ruta de 12 meses para la pyme industrial
– Mirando a la pyme industrial, si tuviera que proponer una «ruta de 12 meses» para digitalizar con cabeza, ¿cuáles serían los tres hitos imprescindibles y cómo evitaría los principales errores de implantación?
El primer hito es una reflexión profunda sobre el porqué y el para qué; esto nos permitirá seleccionar las herramientas más útiles en cada escenario. Todo proceso de mejora requiere un análisis del punto de partida y la identificación del estado futuro, con el objetivo de establecer una hoja de ruta que permita financiar el medio y largo plazo con acciones a corto.
Nuestra experiencia nos ha enseñado que la digitalización por sí misma no es suficiente y que es necesario replantear procesos, incorporar tecnologías para hacerlos radicalmente más flexibles y desarrollar una ruta de evolución del capital humano.
Normalmente este proceso lleva más de 12 meses, pero la secuencia diagnóstica, seguida de pilotos con impacto medible y un escalado gobernado, reduce riesgos y acelera el retorno.
Cultura de innovación: de la idea a la implantación
– Innovación es el lema de esta edición de los Premios Economía 3. ¿Cómo integráis este valor en la cultura y los proyectos de Sisteplant?
La innovación ha estado presente en nuestro ADN desde que se creó Sisteplant. Tenemos claro que requiere una cultura organizacional que fomente el desarrollo de nuevas ideas, acompañada por la voluntad y el respaldo necesarios para implementar cambios.
Promovemos la innovación como un valor estratégico, fomentando espacios colaborativos en toda la cadena de valor y canales adecuados para desarrollar iniciativas.
Trabajamos muy cerca de nuestros equipos para lograr compromiso y motivación, y colaboramos activamente con agentes externos y con nuestros clientes para escuchar y responder a sus retos.
– Y una personal para cerrar: tras su trayectoria al frente de Sisteplant, ¿qué consejo daría a una joven ingeniera o un joven emprendedor que quiera transformar la industria sin perder el foco humano?
Que no pierda nunca la curiosidad ni el sentido humano de la industria. Transformar no es solo programar o automatizar, sino entender a las personas, los procesos y los propósitos que hay detrás de cada empresa. La tecnología cambia cada año, pero los valores que sostienen la innovación —pasión, rigor y compromiso— siguen siendo los mismos que nos trajeron hasta aquí.